Llevaba rara toda la tarde.
No cantaba, como era costumbre mientras limpiaba la casa.
-¿Qué te ocurre?- le preguntaba el chico sin obtener otra respuesta que un "nada" entre hipidos.
Al final de la tarde, ella se decidió a hablar.
- Quiero volver a mi país... ¿has visto lo que está pasando en Japón? Se acaba el mundo, y yo quiero volver a mi casa.
La escena era tan triste, tan tierna, y sus ojos tan azules...